Diseñado con exquisita delicadeza, este cintillo en oro blanco de 18k engasta trece diamantes talla brillante que evocan la elegancia atemporal y la fuerza silenciosa del amor verdadero. Cada piedra representa un momento precioso, un suspiro compartido, una promesa cumplida.
El número 13 cobra aquí un sentido poético: doce meses de amor y un decimotercer diamante que simboliza lo eterno, lo inesperado, lo que aún está por vivirse. Así, esta joya se convierte en un homenaje a los ciclos del corazón y a los vínculos que trascienden el tiempo.
El oro blanco, con su acabado suave y luminoso, enmarca cada diamante con una sutileza que solo realza su brillo. La línea continua de gemas —propia del diseño clásico del cintillo— simboliza la constancia, la fidelidad y la belleza de lo que crece paso a paso.
Ideal como anillo de aniversario, regalo conmemorativo o símbolo personal de amor infinito, este cintillo no solo embellece la mano, sino que cuenta una historia íntima, luminosa e inolvidable.